Raúl era un niño que de pequeño no tenía qué comer, que adoptó a sus tíos como padres y que se divertía con su palomilla en la Santa María La Ribera, en la Ciudad de México. Sin embargo, él tuvo un sueño y lo cumplió con mucha disciplina y voluntad: ser piloto.

Amante de los aviones, trabajó desde los 5 años de edad, estudió en escuelas públicas y llegó a ser Mecánico de Aviación, Ingeniero de Vuelo y Piloto, ¡meta cumplida! Durante 45 años, la aviación fue su vida… Y a lo largo de su existencia, acumuló una gran sabiduría que tradujo en educación para sus hijas, a través de refranes y frases.

Al morir en 2012, sus enseñanzas resonaron cada vez más y hoy se traducen en Lecciones de Vuelo, un espacio que honra su vida y, sobre todo, que sirve de inspiración para demostrar que todo es posible para todos.

Cada episodio está basado en una frase de su sabiduría, con la que abarcaba muchos temas, así que hay una gran cantidad de cosas por platicar.